19.4.07

demasiado silencio, muy poco ruido



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Originally uploaded by jhmostyn.
Desde hace once años, cada 18 de abril se celebra en los colegios y universidades de los Estados Unidos, el Día Nacional del Silencio, y la Noche del Ruido para conmemorar a los homosexuales, bisexuales y transexuales que no han podido expresar sus identidades sexuales y de género, y también a quienes han sido víctimas de violencia y discriminación. Los grupos que defienden los derechos de los GLBT (gay, lesbianas, bisexuales y transexuales) permanecen en silencio a lo largo del día, solidarizándose con los millones de personas que callan escondiendo su verdadera identidad. La Noche del Ruido, representa la oportunidad de expresión después de un día de silencio. Con ese motivo, la Alianza a favor de los GLBT de mi universidad, presentó hoy la película francesa Ma vie en rose (Mi vida en rosa) dirigida por Alan Berlinerd, que cuenta la historia de Ludovic, un niño de siete años que no puede esperar para crecer y convertirse en una mujer. Esto comienza a traer problemas a sus padres que entonces se esfuerzan por reprimir el comportamiento de Ludovic, empujados por una sociedad homofóbica y cruel. El filme muestra de una manera sutil los problemas que enfrentan millones de personas a diario; y digo sutil, porque la realidad de quienes tratan de encontrar su identidad o que luchan por aceptarla y por expresarse puede ser mil veces más violenta y dolorosa, especialmente en países como el Ecuador, donde vivimos aún un machismo espantoso y ocultamos la verdad bajo el polvo asqueroso de la hipocresía. Cómo nos hacen falta este tipo de noches ruidosas para expresarnos tal y como somos, cuánto bien nos haría quitarnos las máscaras, aunque sea por una noche. Se me ocurre que hoy especialmente me gustaría ponerme corbata. Iría a golpear las puertas cerradas, me colgaría con gusto de los oídos sordos de las casas, pintaría unos labios rojos en los muros sucios de los monasterios, y con arcoiris de papel encendería las aulas universitarias. Tal vez una noche próxima podamos elevar nuestras voces y comenzar a construir nuestras propias alas.

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