REVOLUTIONARY LETTER #44*
(For my sisters)
As we know that blood
is birth, agony
breaks open doors, as we
can bend graciously, beneath burdens, undermine
like rain, or earthworms, as our cries
yield to the cries of the newborn, as we hear
the plea in the voices around us, not words
of passion or cunning, discount
anger or pride, grow strong
in our own strength, women’s alchemy, quick arms
to pull down walls, we liberate
out of our knowledge, labor, sucking babes, we
liberate, and nourish, as the earth
CARTA REVOLUCIONARIA # 44**
(para mis hermanas)
Sabemos que la sangre
es nacimiento, la agonía
rompe puertas abiertas, como nosotros
podemos doblarnos, graciosamente, debajo de las cargas, socavando
como lluvia, o gusanos de tierra, como nuestros llantos
ceden a los llantos del recién nacido, como nosotros oímos
las súplicas de las voces alrededor de nosotros, no palabras
de pasión o astucia, descontando
ira u orgullo, crecemos fuertes
en nuestra propia fuerza, alquimia de mujer, brazos ágiles
para derribar muros, nos liberamos
fuera de nuestro conocimiento, labor, criaturas succionadoras, nosotros
nos liberamos, y alimentamos, como la tierra
Me tomo el atrevimiento de traducir –muy literalmente– el poema “Revolutionary Letter #44”del libro Revolutionary Letters, de la escritora estadounidense Diane Di Prima. Este poemario fue publicado por primera vez en 1971, por la famosa editorial City Lights, fundada por otra figura importante de la Generación Beat, Lawrence Ferlingetti. Diane Di Prima nació en New York, el 6 de agosto de 1934. Ella fue una de tantas mujeres que al no encajar en los esquemas impuestos a la mujer, emprendieron el paso a la emancipación. Ha sido además considerada la figura femenina más sobresaliente de uno de los movimientos trascendentales del siglo XX en los Estados Unidos: los Beats.
A mediados del siglo pasado, mujeres como Di Prima comenzaron una lucha por alcanzar espacios que habían sido siempre destinados a los hombres. A las mujeres de hoy a veces se nos olvida que las cosas no eran como son ahora, y pensamos que defender lo que hoy nos pertenece es caer siempre en un excesivo feminismo. Y aunque yo tampoco soy partidaria de los extremos, sí creo necesario recordar esas luchas por la igualdad de sexo, género, raza, creencias religiosas o políticas que nos permiten gozar de los derechos que tenemos en la actualidad. Las batallas que emprendieron estas mujeres norteamericanas, desde sus trincheras en Nueva York o San Francisco, buscaban la salida de las casas de sus padres sin tener necesariamente que estar casadas; usar ropa floja, pantalones y dejar de usar faldas ceñidas e incómodas; aspirar a tener un trabajo con igual posición y salario que un hombre; luchaban proclamándose a sí mismas como seres sexuales, capaces de disfrutar del placer sexual al que jamás antes tuvieron derecho; pedían que se legalicen los métodos anticonceptivos y que caigan tabúes como el sexo premarital, entre otras cosas.
Y mientras Diane Di Prima luchaba contra la sociedad estadounidense de la época con una actitud irreverente, la poeta abrazaba también el rol de madre, ideándoselas para criar a cinco hijos. En el poema “Revolutionary Letter #44”, Di Prima precisamente canta a la fuerza que se levanta debajo de la carga dura de la maternidad, a la entrega de la vida por dar vida a otros y así posibilitar la perpetuación de la especie. Ese es justamente el poder de la mujer, una fuerza vital que se impone a la muerte. Y desde ese poder la mujer puede vencer toda barrera, incluso la de su propia mente. La mujer deja entonces de ser el “sexo débil” y es presentada como el símbolo de la revolución, por excelencia.
*Di Prima, Diane, Revolutionary Letters, third edition, San Francisco: City Lights Books, 1973.
** La traduccion es mia. Una version muy literal, como ya dije, un atrevimiento. Si alguien tiene una sugerencia, por favor, digala. Si a alguien no le gusta, por favor, no diga nada : )
QUIERES SABER MAS SOBRE DIANE DI PRIMA Y LA GENERACION BEAT?
2 comentarios:
Gracias por la traduccion. Saludos desde Mexicali, Baja California, Mexico. Emancipaste esta noche de abril.
Hola, disculpa que demore tanto en responder. pero acabo de ver recién este comentario tuyo. Gracias infinitas por decir 'Emancipaste esta noche de abril', acabas de emancipar este instante :) La verdad no sé mucho de traducción, solo me aventuré a hacerlo algunos años atrás y aún hoy me quedan dudas. De todas formas, algo de su esencia habré rescatado. Un abrazo, desde Quito Ecuador.
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