19.9.07

Confesión

Qué difícil se me ha hecho despegarme de esa, la que era antes.

Qué rabia sentirme tan tonta: apegada a los zapatos que ya aprietan, suspirando un aire rancio, infantil pero viejo (de esa vejez que se me pegaba al alma cuando niña). Se me ocurre ahora que las enfermedades que me asaltan con frecuencia; la modorra pestilente de mañana que no me deja mover las piernas y salir a oler el nuevo sol; la ira que de pronto se me cuelga de los ojos cuando veo las caras amargas de la madre o los hermanos; la resistencia a pasar tiempo a solas conmigo misma, a apagar las luces, es simplemente un burdo, común, vergonzoso, miedo a crecer.

A veces parece que juego a dar tres pasitos pa’lante y, sin que nadie vea, doy cinco pasotes pa’trás.

2 comentarios:

Unknown dijo...

hola Cris:
qué bueno que volviste a escribir. entiendo tus palabras, que conmueven y sintetizan muy bien un estado de ánimo.
fue muy chévere conocerte y compartir unos momentos. la vida tiene sus vaivenes, sus tonalidades, por eso es tan compleja y a la vez tan simple.
te agradezco por haber ido al lanzamiento.
peinso que eres muy talentosa y espero con ansia leer tus textos.
un abrazo soncero,
juan

Unknown dijo...

hola Cris:
qué bueno que volviste a escribir. entiendo tus palabras, que conmueven y sintetizan muy bien un estado de ánimo.
fue muy chévere conocerte y compartir unos momentos. la vida tiene sus vaivenes, sus tonalidades, por eso es tan compleja y a la vez tan simple.
te agradezco por haber ido al lanzamiento.
peinso que eres muy talentosa y espero con ansia leer tus textos.
un abrazo sincero,
juan