10.11.09

Venenos mortales

Lo había olvidado.


Guardaba pepas de uva en los zapatos
y sus dedos sabían a pan y vino.

Le llamaba chocolata al chocolate
y emergía entonces una mulataza
que se nos hacía agua negra en la boca.

Jugaba con los grandes arcanos,
hablaba a solas con el viento,
bailaba con bolas de fuego,
pero su sabor a gasolina y diesel,
me quemaba la lengua.

Me volvió invisible.
Mató por azar al monstruo
que dormía en el patio,
supo de mis juegos con la luna,
me confesó un crimen
y aunque lanzó sus deliciosas saetas,
la dualidad de los gemelos jamás cedió.



El abismo que se abrió en sus ojos me enmudeció los sentidos.



Todo desapareció con el último acto,
la chistera del mago,
el bastón que camuflaba algún peligro,
los naipes oscurísimos,
el cadáver más exquisito,
la demente soledad.

Pero el veneno había corrido
años atrás
cuando dejó de agazaparme desde las ramas de los árboles
y evitó su sangre alquímica en mi boca.


Houndini mil veces maldito,
cosechaste cráneos
y fallaste al enamorar a la muerte.

(NOTA: Esta no es la disposición gráfica exacta de mi texto).

1 comentario:

マジンガ SXEtto dijo...

Me recordó mucho a uno de mis textos

PD: La geografía aunque no sea la original me gustó, da para armar varios frentes...

Paroxismo fugaz
de un supositorio cerebral
amanece entre tretas casuales;

...amor vengativo...

del bosque sarcástico
donde viven las delicias,

...no puedo escapar...

se han obnubilado los tímpanos
con las retinas hiperactivas
que devoran las estrellas
y ahogan el acerbo veneno
de su espíritu artero;

...para no regresar...

la luna vomita su bruma
atrapando la sinceridad
para evitar que su madurez
bogue sin rumbo caduco
sobre las voces hambrientas
donde nada la paciencia

…cascabeles en la sangre…

primitivas las manos extasiadas
atrapan la convulsión murmurante
de una efigie fogosamente sosegada
fraguada al fuego de la imaginación.

Majinga SXEtto